Hay ocasiones en la que probamos un estilo de vino y nos quedamos con la primera impresión como referencia e inconscientemente nos hace generalizar. Este riesling es puesto a lo que se conoce, es completamente seco, es fresco y crujinte. Tiene aromas de pera y miel, muchos cítricos como el limón amarillo y algo de jazmín.
Dönnhoff es una bodega mítica en la región de Nähe que existe desde hace más de un siglo. La ideología detrás de cada una de sus botellas es que un "vino extraordinario proviene de tierra extraordinaria". En este sentido, en Dönnhoff la máxima prioridad es expresar aquello que la tierra y la uva quieren contar. Todo lo anterior hace una fórmula ganadora y no es raro que sus Rieslings estén constantemente rankeados como unos de los mejores del mundo, incluyendo una calificación de 100 puntos de James Suckling en 2019.