Definitivamente este es el vino que nos tomaríamos mientras hacemos home office. Es un vino súper agradable y fácil de disfrutar. Los aromas recuerdan mucho a blueberries, cerezas, mermelada de fresa y un poco de vainilla. En boca pasa peligrosamente bien.
Austria es un país que se especializa en vinos blancos (son unos de los mejores vinos blancos a nivel mundial). Es por esto que nos encanta el proyecto valiente de Anita Nittnaus. En tierra de vinos blancos, Anita ha creado unos vinos tintos espectaculares con uvas locales como el Sankt, Laurent, Blaufränkisch y Zweigelt. Anita elabora sus vinos en la zona de Burgenland, muy cerca de Viena, de viñas que su familia ha cuidado de generación en generación.