Lo maravilloso de Borgoña es que, incluso cuando se usa el mismo tipo de uva para hacer un vino, cada región impregna una característica única y distinguible a cada uno de sus vinos (¡Incluso aunque las regiones sean vecinas!). Los franceses se refieren a este concepto como "terroir". Este vino es un Chardonnay típico de la zona con aromas de frutas amarillas como durazno, piña y manzana. En boca el vino es muy ligero y fresco. Es una gran opción para días cálidos.